Page 11 - Puntas de Iceberg
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VUELO
Hola diario. ¿Cómo estás? No sabes el montón de cosas que
tengo que contarte. ¡Tengo un pajarito! Bueno más o menos, pero
espérate para contarte todo.
¿Te acuerdas que hace como un mes te conté que encontré un
pajarito herido cuando salí de la escuela? Tal vez no te acuerdes bien,
porque no escribí mucho y hace días que no te volví a contar cosas,
pero no te preocupes porque te lo cuento todo desde el principio.
Ya sabes que me pongo triste por los pobres animalitos que no
tienen a nadie que los cuide. Ese día estaba en clase y cuando sonó
la campana de salida recogí mis cuadernos y salí corriendo con todos
los compañeros. Un niño me empujó porque lo dejaba el bus. Me caí
en el zacate y mi cara quedó a la par de un pajarito y como parecía
muerto pegué un grito y los otros niños creyeron que me había
golpeado. Me levanté asustada pero vi que el pajarito movía sus
alitas.
El pajarito chillaba tanto que seguro le dolía mucho y me dio
mucha lástima. Entonces lo recogí con cuidado y lo envolví en mi
pañito rosado para traérmelo para la casa para curarlo y cuidarlo
aquí. Entonces llegó la maestra preguntando qué me había pasado
Hola diario. ¿Cómo estás? No sabes el montón de cosas que
tengo que contarte. ¡Tengo un pajarito! Bueno más o menos, pero
espérate para contarte todo.
¿Te acuerdas que hace como un mes te conté que encontré un
pajarito herido cuando salí de la escuela? Tal vez no te acuerdes bien,
porque no escribí mucho y hace días que no te volví a contar cosas,
pero no te preocupes porque te lo cuento todo desde el principio.
Ya sabes que me pongo triste por los pobres animalitos que no
tienen a nadie que los cuide. Ese día estaba en clase y cuando sonó
la campana de salida recogí mis cuadernos y salí corriendo con todos
los compañeros. Un niño me empujó porque lo dejaba el bus. Me caí
en el zacate y mi cara quedó a la par de un pajarito y como parecía
muerto pegué un grito y los otros niños creyeron que me había
golpeado. Me levanté asustada pero vi que el pajarito movía sus
alitas.
El pajarito chillaba tanto que seguro le dolía mucho y me dio
mucha lástima. Entonces lo recogí con cuidado y lo envolví en mi
pañito rosado para traérmelo para la casa para curarlo y cuidarlo
aquí. Entonces llegó la maestra preguntando qué me había pasado