Page 14 - Puntas de Iceberg
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Lo saqué rápido y lo envolví en el paño y salí corriendo para el
cuarto. Entonces llegó mi mamá y yo le conté que el monstruo de mi
hermano había intentado ahogar al pajarito. Mi mamá lo secó y se
lo llevó a la cocina. Yo me apuré a vestirme y cuando salí del cuarto
ahí estaba mi hermano y le pegué un coscacho por la cabeza por
monstruo. Mi mamá me regañó pero no salía de la cocina.
Cuando fui a ver qué le hacía al pajarito ¡casi me desmayo! ¡Estaba
cocinando a mi pajarito!, pero ella me explicó que lo que hacía era
darle calor con el disco de la cocina. Mami dijo entonces que creía
que de esta ya no salía vivo. No se movía y yo me puse a llorar de
nuevo. Pero no vayas a creer que soy una llorona, es que me daba
mucha lástima que se muriera por culpa del estúpido de mi
hermanito.
No estaba muerto pero si muy mal. Yo creí que curaría durante la
noche como la vez pasada pero no. En la mañana seguía mal y yo no
quería ir a la escuela pero mami me obligó. Cuando llegué de la
escuela vine corriendo y lo encontré ya de pie comiendo boronitas de
pan que papi le estaba echando. Dos días después ya el pajarito hacía
vuelos cortitos para subirse y bajarse de la cama. Andaba por todas
partes y jugaba muy contento aunque no podía mantenerse en el aire
por mucho tiempo.
Lo peor le pasó en uno de esos vuelos cortos. Se fue saltando para
a la cocina siguiendo boronitas de pan. Con solo decirte que mami
estaba haciendo sopa te podrás imaginar la desgracia que ocurrió.
¡Al pajarito tonto se le ocurrió volar sobre la cocina! Cuando pasó
sobre el vapor de la sopa caliente seguro se mareó y se cayó en la olla.
Mami lo sacó corriendo con una cuchara y el pajarito chillaba de una
manera horrible y yo lloraba y pegaba gritos como loca porque estaba
todo mojado y lleno de fideos.
Mamá lo metió en el agua del fregadero para quitarle el agua
hirviendo de encima. Por dicha que cayó sobre verduras y no se
quemó todo, pero las quemaduras que tenía sí eran graves. A mami
no le gustó tener que botar toda la sopa y las verduras. Ese día
comimos emparedados y mami empezó a odiar a mi pajarito. Lo
cuarto. Entonces llegó mi mamá y yo le conté que el monstruo de mi
hermano había intentado ahogar al pajarito. Mi mamá lo secó y se
lo llevó a la cocina. Yo me apuré a vestirme y cuando salí del cuarto
ahí estaba mi hermano y le pegué un coscacho por la cabeza por
monstruo. Mi mamá me regañó pero no salía de la cocina.
Cuando fui a ver qué le hacía al pajarito ¡casi me desmayo! ¡Estaba
cocinando a mi pajarito!, pero ella me explicó que lo que hacía era
darle calor con el disco de la cocina. Mami dijo entonces que creía
que de esta ya no salía vivo. No se movía y yo me puse a llorar de
nuevo. Pero no vayas a creer que soy una llorona, es que me daba
mucha lástima que se muriera por culpa del estúpido de mi
hermanito.
No estaba muerto pero si muy mal. Yo creí que curaría durante la
noche como la vez pasada pero no. En la mañana seguía mal y yo no
quería ir a la escuela pero mami me obligó. Cuando llegué de la
escuela vine corriendo y lo encontré ya de pie comiendo boronitas de
pan que papi le estaba echando. Dos días después ya el pajarito hacía
vuelos cortitos para subirse y bajarse de la cama. Andaba por todas
partes y jugaba muy contento aunque no podía mantenerse en el aire
por mucho tiempo.
Lo peor le pasó en uno de esos vuelos cortos. Se fue saltando para
a la cocina siguiendo boronitas de pan. Con solo decirte que mami
estaba haciendo sopa te podrás imaginar la desgracia que ocurrió.
¡Al pajarito tonto se le ocurrió volar sobre la cocina! Cuando pasó
sobre el vapor de la sopa caliente seguro se mareó y se cayó en la olla.
Mami lo sacó corriendo con una cuchara y el pajarito chillaba de una
manera horrible y yo lloraba y pegaba gritos como loca porque estaba
todo mojado y lleno de fideos.
Mamá lo metió en el agua del fregadero para quitarle el agua
hirviendo de encima. Por dicha que cayó sobre verduras y no se
quemó todo, pero las quemaduras que tenía sí eran graves. A mami
no le gustó tener que botar toda la sopa y las verduras. Ese día
comimos emparedados y mami empezó a odiar a mi pajarito. Lo