Page 40 - Puntas de Iceberg
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Y así la mandó pa´ la calle. Ella se le aparece a los borrachos que

andan a caballo. Se ve como una muchacha muy bonita, pa que la

monten en ancas y cuando la llevan atrás les pide un fósforo
pa’encender un cigarro y cuando el hombre confiao la alumbra, se le

cambia la cara y los asombra, pa’vengarse...

Me quedé pensativo. Ser bonita y coqueta no le daba derecho a esos

desgraciados de atacar a una joven. Teresa sufrió mucho.

—Bueno, Mita, al menos Lucía no es tan malcriada como para
pegarle a usted.


—No, pero tampoco me hace mucho caso cuando le digo que no
vaya a ningún lado sin avisar y ¿sabe con qué me salió ahora? Que

quiere hacerse novia de un muchacho más mayor que’lla, un taxista
de por aquí…
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