Page 45 - Aquelarre
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Cada uno de los Creadores dio su reporte, que incluía desde
las modificaciones hechas al planeta, hasta los -poco frecuentes-
conflictos internos. Era una cuestión de rutina, pues casi todos los
pueblos habían llegado a un estado de equilibrio donde pocas
cosas nuevas pasaban. Sin embargo, sí se daban algunos
problemas menores, como guerras civiles esporádicas y alguna
tendencia al suicidio, debido a la disconformidad crónica de
aquellas criaturas, defecto que les era inherente, según algunos de
los Creadores, porque habían sido creados con base en los
pobladores originales de la galaxia. Una vez acordadas las medidas
a tomar para cada uno de los problemas, se levantó la sesión y
todos se dispusieron a volver al cuidado de sus mundos.
Durante toda la reunión Zeim había permanecido en silencio,
mientras analizaba cada una de las cuestiones discutidas. Al final,
fue obvio que sus hermanos habían cambiado mucho más de lo que
había supuesto en un principio, y por un momento quiso
abandonar su nueva misión.
— ¡Bienvenido!dijo uno de los Creadores, mientras se
acercaba al cuerpo flotante y distraído de Zeim. Soy Krael, el
encargado de familiarizar a los recién llegados.
Quiso mostrarse cortés y responder, pero Krael continuó, sin
dejarle decir otra palabra.
—Ha pasado mucho tiempo desde que dejaron de llegar
voluntarios, así que déjeme informarle rápidamente sobre la
situación: cuando empezamos la reconstrucción de la galaxia , ya
tanto tiempo atrás, acordamos reglas que nos protegieran del caos,
tanto a nosotros como a las criaturas que están a nuestro cuidado.
Una de estas reglas es que cuando un nuevo voluntario decide
unirse a la Gran Causa, debe tomar un espacio de la galaxia,
sanearlo y buscar los restos de vida que quedan en esa área con el
fin de recrear lo que una vez existió allí. Tenga en cuenta que estas
criaturas son primitivas y carecen de la inteligencia para entender
el universo, de modo que un encuentro cercano con ellos es
contraproducente. La labor se ha concentrado principalmente
aquí, en el centro de la galaxia —dijo, mientras señalaba la réplica
en miniatura—; puede acompañarnos, si lo desea; aunque puede
trabajar en cualquier sector que desee.
las modificaciones hechas al planeta, hasta los -poco frecuentes-
conflictos internos. Era una cuestión de rutina, pues casi todos los
pueblos habían llegado a un estado de equilibrio donde pocas
cosas nuevas pasaban. Sin embargo, sí se daban algunos
problemas menores, como guerras civiles esporádicas y alguna
tendencia al suicidio, debido a la disconformidad crónica de
aquellas criaturas, defecto que les era inherente, según algunos de
los Creadores, porque habían sido creados con base en los
pobladores originales de la galaxia. Una vez acordadas las medidas
a tomar para cada uno de los problemas, se levantó la sesión y
todos se dispusieron a volver al cuidado de sus mundos.
Durante toda la reunión Zeim había permanecido en silencio,
mientras analizaba cada una de las cuestiones discutidas. Al final,
fue obvio que sus hermanos habían cambiado mucho más de lo que
había supuesto en un principio, y por un momento quiso
abandonar su nueva misión.
— ¡Bienvenido!dijo uno de los Creadores, mientras se
acercaba al cuerpo flotante y distraído de Zeim. Soy Krael, el
encargado de familiarizar a los recién llegados.
Quiso mostrarse cortés y responder, pero Krael continuó, sin
dejarle decir otra palabra.
—Ha pasado mucho tiempo desde que dejaron de llegar
voluntarios, así que déjeme informarle rápidamente sobre la
situación: cuando empezamos la reconstrucción de la galaxia , ya
tanto tiempo atrás, acordamos reglas que nos protegieran del caos,
tanto a nosotros como a las criaturas que están a nuestro cuidado.
Una de estas reglas es que cuando un nuevo voluntario decide
unirse a la Gran Causa, debe tomar un espacio de la galaxia,
sanearlo y buscar los restos de vida que quedan en esa área con el
fin de recrear lo que una vez existió allí. Tenga en cuenta que estas
criaturas son primitivas y carecen de la inteligencia para entender
el universo, de modo que un encuentro cercano con ellos es
contraproducente. La labor se ha concentrado principalmente
aquí, en el centro de la galaxia —dijo, mientras señalaba la réplica
en miniatura—; puede acompañarnos, si lo desea; aunque puede
trabajar en cualquier sector que desee.