Page 53 - Aquelarre
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otros planetas, los Gobis descubrieron que sus conocimientos
podrían ser peligrosos en las manos de aquellos pueblos, y
decidieron volver antes de que fuera demasiado tarde. Nunca más
volvieron a salir de su planeta.
Nada más decía la historia de los Gobis acerca de los otros
mundos, pero Zeim tenía suficiente información para ligar las
visitas interplanetarias de sus criaturas con la guerra que había
estallado en el centro de la galaxia. Era evidente que la ignorancia
en la que los Creadores habían mantenido a sus criaturas había
provocado que éstas fueran desconfiadas y egoístas; no eran
diferentes de las que habitaron una vez aquella región, pues tenían
sus mismos defectos y parecían compartir su mismo destino
catastrófico. Por su parte, estaba orgulloso de sus hijos,
sumamente inteligentes y nobles; les había dado conocimiento y
ellos habían aprendido. Sintió, entonces, una oleada de
satisfacción, de profundo amor por sus criaturas, y decidió que las
defendería aunque eso significara una contienda con los
Creadores. Informó a sus hijos sobre la guerra que se había
desatado en el centro de la galaxia y se preparó para partir.
Zeim estaba decidido a detener todo aquello antes de que se
extendiera, evitando así que Gobi fuera arrasado por la ola de
destrucción. Sin embargo, sus creaciones no estaban dispuestas a
quedarse de brazos cruzados mientras Él corría peligro para
protegerles, no querían volver a perderlo; así que después de
muchas súplicas, Zeim permitió que un pequeño grupo lo
acompañara. Pronto descubrió que eran menos indefensos de lo
que había pensado, ya que después de la amarga experiencia en el
espacio, habían desarrollado, como precaución, una compleja
tecnología en armas.
En poco tiempo, las naves de pelea estuvieron listas para el
despegue. Estaban equipadas con una combinación tecnológica
entre los avances de los Gobis y un arma nunca antes vista que salió
de la memoria de Zeim. La idea de usar ese conocimiento dio
vueltas en su cabeza por mucho tiempo, pues aquel artefacto había
sido inventado por los Geroih, su raza, mucho tiempo atrás, y
fueron ellos mismos quienes la destruyeron cuando abandonaron
los pensamientos violentos. Sin embargo, para Zeim, defender a
podrían ser peligrosos en las manos de aquellos pueblos, y
decidieron volver antes de que fuera demasiado tarde. Nunca más
volvieron a salir de su planeta.
Nada más decía la historia de los Gobis acerca de los otros
mundos, pero Zeim tenía suficiente información para ligar las
visitas interplanetarias de sus criaturas con la guerra que había
estallado en el centro de la galaxia. Era evidente que la ignorancia
en la que los Creadores habían mantenido a sus criaturas había
provocado que éstas fueran desconfiadas y egoístas; no eran
diferentes de las que habitaron una vez aquella región, pues tenían
sus mismos defectos y parecían compartir su mismo destino
catastrófico. Por su parte, estaba orgulloso de sus hijos,
sumamente inteligentes y nobles; les había dado conocimiento y
ellos habían aprendido. Sintió, entonces, una oleada de
satisfacción, de profundo amor por sus criaturas, y decidió que las
defendería aunque eso significara una contienda con los
Creadores. Informó a sus hijos sobre la guerra que se había
desatado en el centro de la galaxia y se preparó para partir.
Zeim estaba decidido a detener todo aquello antes de que se
extendiera, evitando así que Gobi fuera arrasado por la ola de
destrucción. Sin embargo, sus creaciones no estaban dispuestas a
quedarse de brazos cruzados mientras Él corría peligro para
protegerles, no querían volver a perderlo; así que después de
muchas súplicas, Zeim permitió que un pequeño grupo lo
acompañara. Pronto descubrió que eran menos indefensos de lo
que había pensado, ya que después de la amarga experiencia en el
espacio, habían desarrollado, como precaución, una compleja
tecnología en armas.
En poco tiempo, las naves de pelea estuvieron listas para el
despegue. Estaban equipadas con una combinación tecnológica
entre los avances de los Gobis y un arma nunca antes vista que salió
de la memoria de Zeim. La idea de usar ese conocimiento dio
vueltas en su cabeza por mucho tiempo, pues aquel artefacto había
sido inventado por los Geroih, su raza, mucho tiempo atrás, y
fueron ellos mismos quienes la destruyeron cuando abandonaron
los pensamientos violentos. Sin embargo, para Zeim, defender a