Page 61 - Aquelarre
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Luego de una serie de peripecias que no quiero detallar, pues
me niego a vivirlas de nuevo al recordarlas, apenas me fue posible
me aventuré a escribir esta carta de mi puño y letra:
Costa Rica, 13 de diciembre de 2060
Estimado Guy Laliberté:
Me dirijo a usted porque solo a usted puedo dirigirme, pues
lo admiro profundamente y es la única persona viva que queda
en la Tierra por la que todavía siento admiración. Lo polifacético
de su personalidad y lo diverso de sus intereses, me inclinan a
llamarlo “El nuevo hombre del Renacimiento”. No dudo que si
Miguel Ángel, Leonardo y Rafael hubiesen tenido la posibilidad
que usted tuvo, ellos se contarían entre sus mejores amigos; sobre
todo Rafael. Con ellos se dedicaría, entre otras cosas, a seguir
produciendo arte y tratar de establecer un equilibrio entre el
mundo activo y el contemplativo porque eso es a lo que aspira
usted con sus empresas y proyectos. Después de todo, tendrá que
estar usted de acuerdo conmigo en que, desafortunadamente,
hombres zanco-caminantes, tragadores de fuego, que toquen la
armónica y el acordeón, con cinco hijos, multimillonarios,
filántropos, turistas espaciales, y gestores de fundaciones que
aspiran a limar y compensar diferencias por medio de la
distribución de agua potable, no están en todas partes.
Le escribo con toda la alegría, la magia, el color, el brillo y la
ilusión del mundo. Usted, mejor que nadie, puede apreciar los
elementos que acabo de mencionar y por respeto a ellos y a lo
bueno que todavía queda en este mundo, le suplico no suelte esta
carta hasta que haya asimilado la última palabra.
Antes de continuar, solo le pido que cierre los ojos y
experimente, otra vez, lo que sintió en 1983. Estoy segura de que
solo mencionar el año le acelera el corazón. Recuerde la emoción
y satisfacción al darse cuenta de que el gobierno de Quebec le
daría 1,5 millones de dólares para hacer realidad la producción
de "Le Grand Tour du Cirque du Soleil”, proporcionándole, de esa
manera, el mejor ánimo para celebrar, al año siguiente, el 450º
me niego a vivirlas de nuevo al recordarlas, apenas me fue posible
me aventuré a escribir esta carta de mi puño y letra:
Costa Rica, 13 de diciembre de 2060
Estimado Guy Laliberté:
Me dirijo a usted porque solo a usted puedo dirigirme, pues
lo admiro profundamente y es la única persona viva que queda
en la Tierra por la que todavía siento admiración. Lo polifacético
de su personalidad y lo diverso de sus intereses, me inclinan a
llamarlo “El nuevo hombre del Renacimiento”. No dudo que si
Miguel Ángel, Leonardo y Rafael hubiesen tenido la posibilidad
que usted tuvo, ellos se contarían entre sus mejores amigos; sobre
todo Rafael. Con ellos se dedicaría, entre otras cosas, a seguir
produciendo arte y tratar de establecer un equilibrio entre el
mundo activo y el contemplativo porque eso es a lo que aspira
usted con sus empresas y proyectos. Después de todo, tendrá que
estar usted de acuerdo conmigo en que, desafortunadamente,
hombres zanco-caminantes, tragadores de fuego, que toquen la
armónica y el acordeón, con cinco hijos, multimillonarios,
filántropos, turistas espaciales, y gestores de fundaciones que
aspiran a limar y compensar diferencias por medio de la
distribución de agua potable, no están en todas partes.
Le escribo con toda la alegría, la magia, el color, el brillo y la
ilusión del mundo. Usted, mejor que nadie, puede apreciar los
elementos que acabo de mencionar y por respeto a ellos y a lo
bueno que todavía queda en este mundo, le suplico no suelte esta
carta hasta que haya asimilado la última palabra.
Antes de continuar, solo le pido que cierre los ojos y
experimente, otra vez, lo que sintió en 1983. Estoy segura de que
solo mencionar el año le acelera el corazón. Recuerde la emoción
y satisfacción al darse cuenta de que el gobierno de Quebec le
daría 1,5 millones de dólares para hacer realidad la producción
de "Le Grand Tour du Cirque du Soleil”, proporcionándole, de esa
manera, el mejor ánimo para celebrar, al año siguiente, el 450º