Page 62 - Aquelarre
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aniversario del descubrimiento de Canadá. Lo más importante,
espero aún tenga memoria, pues no conozco los detalles del
procedimiento al que se sometió, y recuerde sus circunstancias
cuando arriesgó todo lo que tenía al llevar al Circo del Sol a Los
Ángeles. Tengo entendido que hasta 1987, el Cirque du Soleil
nunca había salido de Canadá y que el traslado agotó por
completo los ahorros de la producción. Acuérdese que de no haber
sido exitosa la presentación, el circo no hubiera tenido el dinero
suficiente para regresar a Quebec. Traigo el tema a colación
porque eso mismo es lo que me dispongo a hacer ahora: vendí mi
apartamento y tengo suficiente dinero para viajar a Quebec y
mantenerme por tres días hasta que nos encontremos. Tengo mis
razones, como usted también las tuvo. Sobre dichas razones, las
suyas y las mías, podemos conversar cuando nos encontremos
personalmente. Al igual que usted, nací en una familia de clase
media. Con el pasar de los años, por uno u otro motivo, el número
de miembros de la misma fue mermando hasta reducirse a uno:
yo. Muchas cosas le podría decir de mi personalidad; todas
buenas, por supuesto. Por el contrario, he decidido escribirle esta
carta con mi caligrafía para que la interprete usted mismo o un
grafólogo, o tal vez ambos. Soy chef de comida vegana e
internacional, y tengo mis causas y mi ideología; usted bien sabe
lo que uno puede hacer para defenderlas. Vivo en Costa Rica, un
país de América Central, disculpe que le especifique, pero
encuentro la necesidad de hacerlo al tener en cuenta que el Circo
del Sol nunca ha venido aquí. Además, tengo ochenta y un años y
gozo de excelente salud; sin embargo, sé que el final se aproxima
y necesito verlo personalmente antes de que esto ocurra. En este
momento, me uno a usted cuando dijo: "Aposté todo a esa noche.
Si fallábamos, no habría dinero para regresar a casa". Créame
que también espero que nuestra “presentación” sea un éxito y,
para lograrlo, necesito también de su ayuda.
Adjunto le envío el dispositivo con mi información de
contacto.
Se despide de usted, con la esperanza e ilusión que me
quedan, puestas solo en su persona,
espero aún tenga memoria, pues no conozco los detalles del
procedimiento al que se sometió, y recuerde sus circunstancias
cuando arriesgó todo lo que tenía al llevar al Circo del Sol a Los
Ángeles. Tengo entendido que hasta 1987, el Cirque du Soleil
nunca había salido de Canadá y que el traslado agotó por
completo los ahorros de la producción. Acuérdese que de no haber
sido exitosa la presentación, el circo no hubiera tenido el dinero
suficiente para regresar a Quebec. Traigo el tema a colación
porque eso mismo es lo que me dispongo a hacer ahora: vendí mi
apartamento y tengo suficiente dinero para viajar a Quebec y
mantenerme por tres días hasta que nos encontremos. Tengo mis
razones, como usted también las tuvo. Sobre dichas razones, las
suyas y las mías, podemos conversar cuando nos encontremos
personalmente. Al igual que usted, nací en una familia de clase
media. Con el pasar de los años, por uno u otro motivo, el número
de miembros de la misma fue mermando hasta reducirse a uno:
yo. Muchas cosas le podría decir de mi personalidad; todas
buenas, por supuesto. Por el contrario, he decidido escribirle esta
carta con mi caligrafía para que la interprete usted mismo o un
grafólogo, o tal vez ambos. Soy chef de comida vegana e
internacional, y tengo mis causas y mi ideología; usted bien sabe
lo que uno puede hacer para defenderlas. Vivo en Costa Rica, un
país de América Central, disculpe que le especifique, pero
encuentro la necesidad de hacerlo al tener en cuenta que el Circo
del Sol nunca ha venido aquí. Además, tengo ochenta y un años y
gozo de excelente salud; sin embargo, sé que el final se aproxima
y necesito verlo personalmente antes de que esto ocurra. En este
momento, me uno a usted cuando dijo: "Aposté todo a esa noche.
Si fallábamos, no habría dinero para regresar a casa". Créame
que también espero que nuestra “presentación” sea un éxito y,
para lograrlo, necesito también de su ayuda.
Adjunto le envío el dispositivo con mi información de
contacto.
Se despide de usted, con la esperanza e ilusión que me
quedan, puestas solo en su persona,
