Page 91 - Puntas de Iceberg
P. 91
—Sí, lo sé. Es que… bueno… En esa historia de Los miserables se
habla de libros y de un lugar donde se guardan: era una biblioteca
donde el monseñor fue y que no pudo alcanzar uno de esos libros
por ser muy pequeño y…
—Y quieres saber qué es un libro y si fueron reales. Sí, los libros
existieron y existen. Hay algunos que aún se mantienen pero está
prohibido tocarlos para que no se deshagan. Antes, las personas
podían poner lo que hablaban y contaban haciendo dibujos en
plantas muertas que llamaban libros. Esos dibujos se llamaban
letras y el hacer los dibujos se llamaba escribir. La persona que lo
hacía se llamaba escritor. Ahora ya nadie sabe hacer esos dibujos,
tampoco sabemos qué palabras representan y claro, no vamos a
matar plantas para crearlos aunque supiéramos cómo. Ese
conocimiento y mucho más se perdió durante todos los años que
duró la muerte de la Tierra por el Balance roto. Los que
sobrevivieron no lo perpetuaron y se perdió. Esa era la manera de
perpetuar las historias, dibujándolas, escribiéndolas en libros, pero
ya no es viable y ahora aprendemos esas historias usando nuestra
memoria para mantenerlas vivas. No hubiéramos sabido sobre
muchas cosas si no estuvieran esas historias. Es por eso que las
historias las perpetuamos, porque con ellas aprendemos muchas
cosas maravillosas del pasado.
—Entiendo. He oído que esos libros, hechos de plantas muertas,
tenían “hojas”. ¿Eran entonces como árboles donde se dibujaban las
historias?
—No necesariamente. Puede que alguno de tus viajes te lleve un
poco más al Norte, ahí podrás visitar un museo que tenga un libro,
para que los conozcas. Pero bueno, luego te cuento más, ya viene
Yonrich.
—Hello, boys! Good Morning!
— Éwa. Ye' kie Jo, ¿Ìs a' shkèna?
—No, Jo, Yonrich no habla bribri. Háblale sólo en español, por
favor.
habla de libros y de un lugar donde se guardan: era una biblioteca
donde el monseñor fue y que no pudo alcanzar uno de esos libros
por ser muy pequeño y…
—Y quieres saber qué es un libro y si fueron reales. Sí, los libros
existieron y existen. Hay algunos que aún se mantienen pero está
prohibido tocarlos para que no se deshagan. Antes, las personas
podían poner lo que hablaban y contaban haciendo dibujos en
plantas muertas que llamaban libros. Esos dibujos se llamaban
letras y el hacer los dibujos se llamaba escribir. La persona que lo
hacía se llamaba escritor. Ahora ya nadie sabe hacer esos dibujos,
tampoco sabemos qué palabras representan y claro, no vamos a
matar plantas para crearlos aunque supiéramos cómo. Ese
conocimiento y mucho más se perdió durante todos los años que
duró la muerte de la Tierra por el Balance roto. Los que
sobrevivieron no lo perpetuaron y se perdió. Esa era la manera de
perpetuar las historias, dibujándolas, escribiéndolas en libros, pero
ya no es viable y ahora aprendemos esas historias usando nuestra
memoria para mantenerlas vivas. No hubiéramos sabido sobre
muchas cosas si no estuvieran esas historias. Es por eso que las
historias las perpetuamos, porque con ellas aprendemos muchas
cosas maravillosas del pasado.
—Entiendo. He oído que esos libros, hechos de plantas muertas,
tenían “hojas”. ¿Eran entonces como árboles donde se dibujaban las
historias?
—No necesariamente. Puede que alguno de tus viajes te lleve un
poco más al Norte, ahí podrás visitar un museo que tenga un libro,
para que los conozcas. Pero bueno, luego te cuento más, ya viene
Yonrich.
—Hello, boys! Good Morning!
— Éwa. Ye' kie Jo, ¿Ìs a' shkèna?
—No, Jo, Yonrich no habla bribri. Háblale sólo en español, por
favor.