Page 61 - Telaranas
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cada vez más fuerte y constante, en contraste con la
frecuencia de las luces. Sentía que el corazón se le iba

a salir del pecho, cuando de repente la puerta
misteriosa se empezó a abrir.

Cruzó el umbral una criatura en estado de

descomposición, con dos agujeros negros donde
deberían estar sus ojos, la clavícula babeante

dislocada y las patas ensangrentadas.
A pesar de que no tenía ojos, Marcos sabía que lo

estaba mirando...
Tomó el cuchillo y se levantó.

La criatura rugió de nuevo y las luces se

apagaron. Marcos inmediatamente cambió su
posición... nada pasaba...

Marcos sentía que sus latidos podían ser
escuchados en toda la habitación.

El Intruso rugió de nuevo y se abalanzó sobre
Marcos, el cual empezó a sentir de nuevo el ácido

quemando su piel. Empuñó el cuchillo y trató de
clavarlo donde supuso que estaría la garganta del

Intruso.
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