Page 143 - Telaranas
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gente con la botella dispuesta como un arma. En el
escenario, con varios centímetros de vibrador en la

boca, la cara del gordo JJ era una mezcla de confusión
y diversión, aunque la primera se imponía

rápidamente a la segunda, conforme las gemelas

insistían en ese jueguito del vibrador y el chico
pensaba cada vez más que eran ellas las que debían

echarse las cosas a la boca. Pero súbitamente, la cara
de JJ pasó de la confusión a algo mucho más extraño,

algo que surgió de pronto, un raro matiz de sorpresa,
con las facciones crispadas y los ojos desorbitados.

En la cabina de baile de privado, Betty le hacía a

Charley la mejor felación de toda su vida, con
estímulos de labios y lengua que él no lograba explicar.

Y pronto no solo fueron labios y lengua; ella empezó a
utilizar sus dientes de una forma que Charley nunca

imaginó que fuera posible, a pesar de su experiencia
con decenas de chicas, cada una con su estilo. Betty lo

estaba mordiendo, y sus mordiscos eran como las
caricias de una pluma.

En la habitación de blanco y rojo, ya en la cama,
gloriosamente desnudos, Goldi comenzó a buscar el

cuello de Andrey entre besos y caricias.

La gemela sacó el vibrador de la boca de JJ y lo
mostró al público, mientras el chico permanecía con la

boca extrañamente abierta, y la cara extrañamente
estática, y los ojos extrañamente perdidos...

Betty frotaba vigorosamente con la mano el pene
de un eufórico Charley que chillaba y respiraba como

una bomba neumática. ¡La chica era fantástica! No

entendía qué rayos le había hecho; tenía varios
minutos de estar al filo de la eyaculación, pero sin

llegar a ella, sosteniendo ese instante de placer que
normalmente duraba segundos.
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