Page 55 - Telaranas
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—¿Por qué lo hizo? —preguntó Marcos, mientras
miraba las nubes grises apoderarse del único rayo de

sol.
—No estamos muy seguros. Tomás llevaba cierto

tiempo diciendo que lo perseguía un “intruso”; pero

solo él era capaz de verlo. Le recomendamos que
fuera a visitar a un médico, pero él se negaba; decía

que “esa era la fuente”.
—¿Dónde está el cuerpo? —preguntó Marcos.

—En el cementerio, el funeral fue hace dos
semanas... Por cierto, Marcos, perdona que no te

hayamos avisado antes, pero Tomás indicó en su

testamento que no te dijéramos nada sobre este
incidente. Sin embargo, no me pareció correcto;

después de todo, ustedes dos tienen mucha historia
juntos —dijo Doña Marielos; más lágrimas salían de

sus ojos.
—Comprendo. Iré a verlo, si no tiene algún

inconveniente con eso —dijo Marcos, mientras
levantaba sus maletas del suelo.

—Por supuesto... Marcos, hoy vi en el canal del
clima que habría una tormenta y que incluso podría

llegar a nevar, así que el aeropuerto permanecerá

cerrado el resto de la semana. ¿Por qué no te quedas
en el apartamento de Tomás?

Doña Marielos comenzó a buscar la llave en su
bolso.

—Gracias, doña Marielos —respondió Marcos,
mientras aceptaba la llave.

Después de ese encuentro, Marcos tomó un taxi

y se dirigió al cementerio. El portón metálico
golpeaba las paredes a merced del viento y las hojas

libres ejecutaban una danza sobrenatural, recibiendo
a los vivos que velaban a los muertos. La neblina
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